Victimismo?, Cornudismo?

Vivimos una época donde la demagogia permite la cosecha de algunos frutos sembrados con sacrificio y esfuerzo, como si se tratara de regalos generosos del gobierno.
Uno de estos frutos tiene el sabor de la igualdad de derechos de la mujer. No discutamos ahora esos derechos, para nosotros, obvios.

Reflexionemos más sobre los efectos de esa igualdad (la igualdad en la diferencia) aparece un hueco de gente que nadie defiende: los hombres víctimas de los mismos hombres que victimizan a las mujeres, pero que por ser hombres son mirados de reojo por ellas. Aparece aquí el Victimismo (¿?) para el que todo el abusado es igual.
Pensemos aquí en otra imagen moderna, la de las victimas de los bombardeos, e imaginemos la muy posible caída de misiles en nuestros barrios. En ese momento, taxistas, colectiveros, milicos, piqueteros, abogados, hinchas de boca, y hasta nuestros amados vecinos pasacumbia, entre los escombros, se convertirían en nuestros hermanos, algo que ya eran cuando nos garcaban, rompían e hinchaban. Ahí la raíz del Victimismo, somos iguales cuando somos víctimas y ya lo éramos antes.

Un costado más simpático nace de las ganas de sumarse masculinamente al Feminismo. Qué lugar pueden dar las mujeres a los hombres buenos?, a los maridos fieles?, a los trabajadores?, a los que perdonan?, a los que íntimamente las sabemos mejores?
No se me ocurre otra palabra mejor y por eso nace hoy el Cornudismo, por que las queremos igual, por que preferimos una novia antes que 20 amigos.

Algún día la humanidad verá la luz, y las mujeres se quedarán con los hombres buenos.